Esta sanción de la agencia antimonopolio francesa implica que el gigante de internet presente, en un plazo de dos meses, una oferta de remuneración a los editores y a las agencias de prensa por el uso de sus contenidos protegidos, o tendría que pagar 900,000 euros (cerca de US$ 1 millón) por cada día de retraso.
“La sanción de 500 millones de euros tiene en cuenta la excepcional gravedad de los incumplimientos constatados y que el comportamiento de Google ha supuesto retrasar la buena aplicación de la ley sobre los derechos afines”, dijo la presidenta de la Autoridad de la Competencia, Isabelle de Silva, a través el comunicado que anunció la sanción.
Además, señalan que Google se rehusó a tener una discusión específica sobre la remuneración debida por el uso actual de los contenidos protegidos por los derechos afines
Por su parte, la compañía se mostró decepcionada de la resolución emitida por la autoridad francesa.
“La sanción no tiene en cuenta ni nuestros esfuerzos ni la realidad de cómo funcionan las noticias en nuestras plataformas. Hasta la fecha, Google es la única empresa que ha anunciado acuerdos sobre derechos afines”, dijo un portavoz de la compañía en una declaración enviada a EFE.
El gigante de internet señaló que están a punto de finalizar un acuerdo con la agencia de prensa francesa AFP, lo cual incluye “un acuerdo de licencias global así como el pago de derechos afines para sus publicaciones de prensa”.
Agregaron que esta sanción se refiere sobre todo al período entre mayo y septiembre de 2020, y precisó que desde entonces alcanzó un acuerdo con APIG, la asociación que agrupa a cerca de 300 diarios nacionales y regionales.
Tercera multa en los últimos meses Esta es la tercera sanción que Francia impone a Google. En junio la Autoridad de la Competencia le impuso una multa de 220 millones de euros por abuso de posición dominante en el mercado de la publicidad en línea.
Antes, en diciembre pasado, la Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL) de Francia multó a Google con otros 100 millones de euros por sus políticas de “cookies”, que se introducían en los ordenadores de sus usuarios con objetivos publicitarios.