El impacto de un asteroide contra la Tierra es un peligro real. Esa fue la conclusión de la última Conferencia sobre Defensa Planetaria de la Academia Internacional de Astronáutica (IAA). La pregunta que se hacen los científicos no es si sucederá, sino qué haremos para protegernos de una enorme roca que tarde o temprano impactará contra la Tierra.
Ahora, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de EE.UU. (NASA) y la Agencia Espacial Europea (ESA), los principales entes mundiales sobre el espacio, se reunirán en los próximos días para examinar los pasos de su Evaluación de Desviación de Impacto de Asteroides (AIDA), una misión global destinada a cambiar la trayectoria de un objeto espacial que se dirija a nosotros.
El consenso de la comunidad científica internacional es que se debe tener un plan a escala global para enfrentar un reto de este tipo, pero el proyecto de defensa planetaria camina lentamente, pues ha presentado una serie de retrasos.
Los científicos de la NASA y la ESA se reunirán en Roma del 11 al 13 de setiembre para evaluar cómo “desviar la órbita del menor de los dos asteroides de Didymos, que orbitan entre la Tierra y Marte, mediante el impacto de una nave. Una segunda nave estudiará el lugar del choque para obtener todos los datos posibles sobre los efectos de la colisión”, dijo la ESA en un comunicado.
De acuerdo con ambas entidades, la astronave de la NASA destinada a desviar el curso del asteroide (DART) ya se está construyendo, ya que “su lanzamiento está previsto para el verano de 2021, mientras que la colisión a alta velocidad con su objetivo está programada para septiembre de 2022”.
Junto con esta nave, volará el pequeño satélite CubeSat italiano denominado LICIA, que registrará el momento del impacto para obtener los datos científicos necesarios para evaluar la efectividad de DART. Luego de llevar a cabo esta misión, se estudiará de cerca el asteroide tras el impacto con un par de CubeSats.
Además, en esta reunión entre la ESA y la NASA se buscará “identificar aquellas áreas que precisen de investigación adicional y ofrecer nuevas oportunidades de colaboración entre los grupos de investigación”.
Este año, en la sexta reunión del IAA, decenas de científicos analizaron el hipotético impacto de un asteroide de 240 metros contra la Tierra. Según sus conclusiones, un objeto espacial de este tipo tendría el poder de destruir por completo una ciudad como Denver, que tiene una área urbana de 400 kilómetros cuadrados y 680 mil habitantes.
Además, los expertos recomendaron enfocarse en los asteroides de mediano tamaño (más de 140 y menos de un kilómetro), pues es mucho más probable que un cuerpo de estas características llegue a la superficie de nuestro planeta. Estos objetos tienen el poder de causar daños a escala local y regional, pero no pueden acabar con la humanidad. En el caso de los asteroides más grandes, solo hay una posibilidad de impacto de una en cada 100 mil años.
Los científicos conoce que en la historia de la Tierra, hubo al menos dos extinciones masivas provocadas por asteroides: la más conocida de ella fue la ocurrida en el Cretácico, hace unos 66 millones de años, que acabó con 75% de las especies, entre ellas los dinosaurios.