Miles de indígenas y campesinos de todo el país siguen llegando este martes a Quito para protestar contra un acechado presidente Lenín Moreno, que tuvo que trasladar la sede del gobierno a Guayaquil.
En su largo trayecto hacia la capital, cubierto a pie y en vehículos, los aborígenes de numerosas provincias bloquean decenas de vías y han ocupado pozos petroleros en la Amazonía, provocando enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
En su largo trayecto hacia la capital, cubierto a pie y en vehículos, los aborígenes de numerosas provincias bloquean decenas de vías y han ocupado pozos petroleros en la Amazonía, provocando enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Los indígenas, que planean realizar su gran protesta el miércoles, tomaron distancia de los incidentes violentos.
“Los hechos vandálicos que se reportan en la Contraloría y la Asamblea no tienen nada que ver con nuestras bases, no deslegitimarán nuestra agenda de lucha”, expresó este martes por Twitter la influyente Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie).
También manifestantes ocuparon pozos petroleros en la Amazonía, lo que llevó a un descenso en la producción del 12%, dijo el ministerio de Energía. El país extrae diariamente 531.000 barriles diarios.
En 18 de las 24 provincias ecuatorianas hubo bloqueos de vías durante la jornada, según el Servicio Integrado de Seguridad ECU 911.
Las protestas, no vistas en el país desde hace 12 años, dejaban hasta el domingo un civil muerto, 73 heridos (incluidos 59 uniformados) y 477 detenidos (la mayoría por vandalismo), de acuerdo con autoridades.