“La Misión no ha detectado graves irregularidades”, dice el informe preliminar del grupo encabezado por el excanciller paraguayo Rubén Ramírez, que respalda la labor de los órganos electorales peruanos, cuestionados por Fujimori al denunciar “indicios de fraude” y pedir la anulación de unos 200.000 votos.
“La MOE/OEA ha expresado que observó un proceso electoral positivo, en el que se registraron mejoras sustantivas entre la primera y segunda vuelta”, agrega el informe divulgado por Ramírez en la televisión peruana y publicado simultáneamente en el sitio web de la organización continental con sede en Washington.
Los enviados de la OEA también destacaron la promesa de Fujimori y Castillo de “respetar las garantías del proceso y la institucionalidad electoral peruana, y de reconocer el resultado electoral una vez desahogada la fase jurisdiccional de la elección”.
La Misión “dio seguimiento” a la votación y a la etapa postelectoral, y sostuvo reuniones con ambos candidatos, con el presidente peruano interino Francisco Sagasti y con responsables del órgano electoral que organiza y cuenta los votos (ONPE) y con el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), que resuelve los pedidos de impugnación y proclama al vencedor.