
SI ESTO NO NOS SACUDE ¿QUÉ NOS PODRÍA SACUDIR?
POR ELMER BARRIO DE MENDOZA
¿Recuerda usted dónde empezó la pandemia de Covid 19 ? ¿No es cierto que sí? Comenzó en Wuhan, capital de la provincia china de Hubei, en diciembre de 2019. Entonces parecía tan… pero tan lejana.
Antes de fin de año, pero sobre todo en enero, vimos en tiempo real escenas atroces de hospitales llenos y de personas que caían en las calles. Los noticieros se llenaban de China y el nombre de Wuhan se nos hizo familiar.
Vimos luego una cuarentena impresionantemente rígida, asistimos asombrados a una limpieza masiva y profunda de los focos infecciosos, sobre todo de los mercados. Vimos desinfectar escrupulosamente cada calle de la ciudad.
No se cercó sólo Wuhan, se cercó toda la provincia de Hubei.
Fuimos testigos también de la construcción, equipamiento y puesta en operación de dos grandes hospitales provisionales en menos de diez días. E igualmente asistimos absortos a un enorme despliegue tecnológico para contener la epidemia.
Todo eso fue consistente y, lo más importante, exitoso.
No lo vimos, pero luego lo supimos: el 12 de enero ya se había identificado y comunicado al mundo la secuencia genética completa del SARS-Cov2, que así se llama oficialmente el nuevo coronavirus. Entonces se pudo desarrollar pruebas confiables (moleculares, por cierto), el mundo las pudo producir y se aplicaron por millones.
El mismo día se inició la búsqueda de los tratamientos más adecuados, como el bicho era pariente del causante del SARS y del MERS, había importante conocimiento previo. Al día siguiente, comenzó la investigación científica para conseguir una vacuna viable (hoy se conoce de siete en fase final de prueba). El virus, no obstante, viajó en avión y se esparció por el mundo.
Los países cercanos a China fueron los primeros afectados, pero casi todos reaccionaron bien, con diversas estrategias, y la epidemia pudo ser controlada, por lo menos hasta ahora. Pero el coronabicho también llegó a Europa y a Norteamérica. El epicentro se trasladó a Italia y España y, ahora, a Estados Unidos, que no sabe qué hacer.
Llegó al Perú tres meses después de su inicio en China y hoy, viernes 15 de mayo, otro mes más tarde, hemos llegado a tener más casos de infección que el gigante asiático. Según worldometers tenemos 84,495 casos frente a los 82,933 que tiene China, el país donde se originó la pandemia. Y no olvidemos que China, que tiene 42 veces más población que el Perú.
Ya ocupamos el décimosegundo lugar del mundo (y el segundo en Sudamérica) en cantidad de infectados por Covid 19 en el mundo. Si alguien hubiera dicho hace un mes que pasaríamos a China seguramente lo hubieran tomado por loco.
Si esto no constituye la sacudida que necesitamos para reaccionar y darnos cuenta de que no estamos haciendo las cosas bien, no sé qué otro hecho podrá hacerlo.
Pero digamos que esto no basta para algunos incondicionales. Entonces acudamos a los indicadores de tasas comparables entre países con diferente población. Hemos alcanzado una tasa de infección de 2347.9 casos por millón de personas, más de 4.5 veces el promedio mundial, el primer lugar de Sudamérica. Hemos llegado a una tasa de mortalidad de 38.4 fallecidos por millón de personas, 80% por encima del promedio mundial, sin contar que IDL Reporteros, Cuarto Poder, Ojo Público y Servindi, a los que se ha sumado The New York Times, cuestionan ampliamente la cifra oficial de muertes en el Perú.
En dramática adición a lo dicho, el 14 de mayo logramos el triste honor de ocupar, por lejos, el mayor incremento diario por millón de personas en todo el mundo y que nuestros casos activos por millón de personas es largamente el más alto de Sudamérica, muy por encima de Ecuador y Brasil.
No parece que estemos en ninguna meseta. ¿O ustedes creen lo contrario?